SEC. 4.- PASO DE PEATONES EN LA CIUDAD / EXT. / DÍA
Son las 10 de la mañana de un día cualquiera del año 2010, en un día primaveral.
Se escuchan sonidos urbanos de tráfico intenso, algún claxon, el ruido de una obra cercana, el murmullo de la gente, una sirena a lo lejos…
En un paso de peatones de una calle del centro de la ciudad, vemos una silla de ruedas de perfil, donde una persona adulta permanece sentada, inmóvil y semioculta por el soporte vertical del semáforo. Al fondo, a través de los radios metálicos de las ruedas de la silla, un grupo de personas, espera para pasar al otro lado.
El semáforo se pone en verde. El hombre de la silla de ruedas es el último en pasar. Cuando descubrimos su rostro, y vemos la cicatriz que se hizo cuando era un niño, nos damos cuenta de que es David en la actualidad.
David tiene 30 años de edad, y su cuerpo ha continuado deteriorándose con el paso del tiempo, desarrollando algunas deformidades óseas. Lo que si ha mejorado es su valentía, inteligencia, sus ganas de vivir, la confianza en sus posibilidades y su gran sentido del humor.
David recorre en su silla de ruedas las calles de la ciudad. Tiene prisa porque tiene una cita. Cuando llega a un paso de peatones, en el que no existe ningún semáforo, no puede pasar porque un coche mal aparcado se lo impide. Lejos de lamentarse y pedir ayuda, se las ingenia para poder pasar, y busca otro hueco entre los coches aparcados a la largo de la calle, preferentemente las salidas de las cocheras, porque tienen vados y las aceras están rebajadas.
Cuando llega a un hueco que parece justo para pasar, saca una cinta métrica de un bolsillo de su cazadora, y después de medir la distancia entre los dos coches…
DAVID
¡Mierda! Por dos centímetros.
Continua buscando otro hueco, y de nuevo lo encuentra. Parece el apropiado. Coge de nuevo la cinta métrica.
DAVID
¡Eureka! Me sobra un centímetro y medio.
David, se pone en posición y poco a poco va pasando entre los dos coches, con mucho cuidado. Cuando por fin está a punto de pasar al otro lado, un camión pasa a toda velocidad… mientras se oye como grita David…